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El regalo de los Reyes Magos

U n dólar con ochenta y siete centavos. Eso fue todo. Y siete centavos eran en centavos. Centavos ahorrados uno a uno, derribando al tendero, al verdulero y al carnicero hasta que las mejillas ardían con la silenciosa calma que implicaba un trato tan cercano. Della lo contó tres veces. Un dólar con ochenta y siete centavos. El siguiente día sería Navidad. C laramente, no había nada que hacer más que dejarse caer en el pequeño sofá destartalado y gritar. Así que Della lo hizo. Lo que suscita la reflexión moral de que la vida se compone de sollozos, lloriqueos y sonrisas, predominando los lloriqueos. Mientras que la dueña del hogar va pasando gradualmente de la primera etapa emocional  a la segunda, echa un vistazo a su casa. Un piso amueblado a $8 por semana. No excedía exactamente la descripción, pero ciertamente tenía esa palabra al acecho: precaria mendicidad. En el vestíbulo de abajo había un buzón en el que no entraría ninguna carta y un botón eléctrico del que ningún dedo mortal p

Ser infiel


¿Crees que la infidelidad es algo que nunca le ocurrirá a tu matrimonio o a tu feliz relación de pareja? ¿Te sientes inmune a esta terrible patología que afecta a tantos? Piénsalo otra vez.
¿Por qué habrías de ser inmune? Las estadísticas afirman que el 15% de las esposas y el 25% de los maridos han tenido sexo fuera de sus matrimonios.
Cuando incluimos los asuntos emocionales o las intimaciones que no llegan al actos sexual, estos números ascienden en un 20%. Sin embargo, la infidelidad no es inevitable, sin importar lo que cientos de novelas te hayan metido en la cabeza. Es decir, la mayoría de nosotros, simplemente, no salimos a la calle un día cualquiera y engañamos a nuestras parejas porque sí. Existen signos, como las luces de advertencia del tablero de tu auto, que preanuncian el engaño. Y la buena noticia es que, conociendo estos signos comunes y actuando en forma acertada, se puede salvar una relación de la infidelidad.


Alerta 1: un pedido de ayuda...
La advertencia más común es cuando uno de los miembros de la pareja dice que hay algo que no está bien y la otra parte no le cree –o decide no hacerlo-. Él o ella, simplemente, podrían postular “este matrimonio no está funcionando”, o “no estoy feliz”.

Solución:
Que una de las partes diga algo así debe ser como recibir un mazazo en la cabeza para la otra. Si tu pareja intenta llamar la atención, acusa recibo de lo que está ocurriendo. En primer lugar, abre el diálogo, y si no puedes llegar a buen puerto, considera la terapia de pareja.


Alerta 2: cambio repentino
¿Tu marido habla de inyectarse botox para eliminar esas arrugas en el entrecejo? ¿Tu mujer, recientemente, empezó a teñirse el pelo y se compró unos jeans de tiro bajo que casi dejan todo al alcance de los ojos? Si lo ha hecho es posible que esté en busca de algo.

Solución:
Si no puedes vencerlos, úneteles. Si uno de los miembros de la pareja está atravesando por una etapa de cambios, el otro integrante debe cambiar también. Es posible, después de todo, que no haya terceros involucrados. Imita a tu pareja y agrega algo nuevo e inesperado a tu vida.


Alerta 3: criticas poco constructivas
Si tu media naranja te dice: “Necesitas ir al psicólogo”, “Necesitas encontrar ayuda”, “Consíguete un trabajo”, “¿Has pensado en perder peso?”, o “¿Por qué no vas al gimnasio?”, y se muestra constantemente crítico, todo es parte de un mismo tema, -de que algo anda mal contigo-.

Inconscientemente, estas personas expresan los descontentos y frustraciones que involucran a su pareja –y, muchas veces, otras que nada tienen que ver-. De este modo, las peleas se vuelven una constante en el ámbito de la relación. Generalmente, cuando la parte atacada se defiende, es acusada de discutidor o discutidora por quien ha iniciado el pleito.

Solución:
Escuchar y aprender. Si un hombre dice: “Yo he madurado y tú no”, está siendo crítico y, de alguna forma, insultante. Sin embargo, él está abriendo una puerta para hablar de sentimientos; y siempre es bueno hablar de sentimientos. Aliéntalo a hablar más y él sentirá que lo entiendes. Emplea un abordaje cuidadoso e intuitivo. Si un hombre dice a su mujer “esas dos mujeres son atractivas”, la reacción natural de ésta será: “no quiero escuchar esto”. Sin embargo, aliéntalo de modo que sienta que puede hablar contigo de cualquier cosa. Incluso, las palabras pueden hacer que sus deseos no se transformen en acciones.


Alerta 4: culpa
Cualquier mujer podría pensar que alguien que hace regalos –costosos o no- tiene atenciones constantes para su mujer, no la está engañando. Mentira. La culpa del infractor, en esta caso, hace que se compense a la persona damnificada con regalos materiales. Puede ser un collar de diamantes, un suéter de cachemira, o un auto nuevo.

Solución: hablar presurosamente
No pongas la otra mejilla. Podría ser tan terrible de ser verdad, que resulta difícil el hecho de aceptar una potencial infidelidad. Sin embargo, encarar el asunto en forma temprana, incluso cuando no exista evidencia concreta, puede ayudarte a salvar tu matrimonio. No está mal hablar apresuradamente, porque si tú piensas que algo anda mal, posiblemente así sea. Confía en tus instintos. Es mucho más probable que salves tu matrimonio si efectúas los comentarios críticos que crees pertinente para detener los potenciales problemas que pueden subyacer.


Alerta 5: rechazo en la fiesta de la empresa
Si notas un clima extrañamente frío en la fiesta de la empresa de tu marido o tu mujer, y sientes que todos te miran raro, estás ante un signo de problemas. Sus colegas están al tanto de su affaire y se imaginan que estás a punto de ser desechada, ¿así que por qué preocuparse por ser cordiales contigo?
Por otra parte, es posible que tu pareja haya estado haciendo comentarios desafortunados sobre ti y los demás piensen que no eres una buena persona.

Solución:
No elucubres extrañas e increíbles excusas. Sal al encuentro de las personas y abre las vías de comunicación ni bien notes algo inusual. Cuando tu doctor prescribe una medicación para el dolor, seguramente te dirá que la tomes antes de que el dolor se torne insoportable, de modo que su efectividad será mayor. Lo mismo puede aplicarse para los problemas maritales.


Alerta 6: secretos…
Si sientes que tu pareja tiene secretos o que está ocultando algo, estás ante una bandera roja.
Tal vez, él o ella reciben llamadas telefónicas secretas en el porche en lugar de usar el teléfono del dormitorio, o, en una de esas, él se ausenta aquellas noches que antes solía pasar mirando televisión en la cama. Si ves que tu pareja ya no está tanto como antes, y desaparece por las noches, algo puede andar mal.

Solución: confrontación
Obviamente debes confrontar a esta persona y decirle “¿Qué está sucediendo aquí?”.
Una vez que la persona en falta es puesta en aviso, deberá tomar conciencia de su error –aunque tal vez no haya hecho nada- y este puede ser el primer paso para reconstruir la confianza en la relación. Si bien no es lo más recomendable, chequear el identificador de llamadas y los celulares puede ser una buena alternativa para comprobar si hay fuego detrás de todo ese humo.


Alerta 7: la historia se repite
A veces, las personas con episodios previos de infidelidad, pueden tener una tendencia a repetirlos. Desde luego, existen excepciones y no hay que negar que son muchos los que consiguen cambiar los patrones de conducta de sus vidas; pero si vamos a hablar de señales de alerta, la historia es definitivamente una.

Solución: establecer límites
Posiblemente, dependa de la persona establecer los límites para situaciones como estas. Cierto es que no hay límite que pueda evitar que tu esposa tenga un affaire, pero sí puedes llegar a un acuerdo en cuanto a lo que será tu relación con otros individuos. Por ejemplo, discutir de antemano qué cosas están permitidas con personas fuera del matrimonio es una forma de ponerte a resguardo de la infidelidad.
Por otra parte, al establecer cierto patrón conductual normal, cualquier actitud que se salga de éste servirá como alarma. Sin embargo, es importante que recuerdes que nada es a prueba de fallas. A veces, la infidelidad no tiene razón evidente, y se da incluso en algunas relaciones de gran felicidad –aparente-. También es importante, antes de terminar, destacar que una aventura extramatrimonial no significa que todo ha terminado. Un affaire puede ser el disparador de un cambio. Muchas aventuras se motivan en la búsqueda de compañía, y el sexo queda en un segundo plano. Entonces, en los casos en que el amor está intacto, la reconstrucción de la relación es posible a través del cambio.

Fuente:radioblackbird.blogspot.com

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