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El regalo de los Reyes Magos

U n dólar con ochenta y siete centavos. Eso fue todo. Y siete centavos eran en centavos. Centavos ahorrados uno a uno, derribando al tendero, al verdulero y al carnicero hasta que las mejillas ardían con la silenciosa calma que implicaba un trato tan cercano. Della lo contó tres veces. Un dólar con ochenta y siete centavos. El siguiente día sería Navidad. C laramente, no había nada que hacer más que dejarse caer en el pequeño sofá destartalado y gritar. Así que Della lo hizo. Lo que suscita la reflexión moral de que la vida se compone de sollozos, lloriqueos y sonrisas, predominando los lloriqueos. Mientras que la dueña del hogar va pasando gradualmente de la primera etapa emocional  a la segunda, echa un vistazo a su casa. Un piso amueblado a $8 por semana. No excedía exactamente la descripción, pero ciertamente tenía esa palabra al acecho: precaria mendicidad. En el vestíbulo de abajo había un buzón en el que no entraría ninguna carta y un botón eléctrico del que ningún dedo mortal p

Niños y la internet: ! cuidado ¡


¿Es bueno dejar que los niños naveguen por Internet?


Son la generación de los videojuegos, las consolas, los ordenadores y el deuvedé. Los pequeños de la casa son auténticos expertos en el entorno digital, y se mueven como pez en el agua cuando se trata de hablar de tecnología. Por eso, es natural que a partir de una edad cada vez más temprana, comiencen a sentir curiosidad por Internet. El problema: el miedo de los padres a que los niños se adentren en el torrente de información. Internet es un universo de imágenes y conexiones a través de todo el planeta, que, además de ser una herramienta muy útil, puede suponer también un peligro para sus usuarios más pequeños. No saber qué ven o con quién pueden contactar es si duda el mayor temor de los padres a la hora de dejar a sus hijos usar Internet. Redes sociales, foros, chat... ¿Es bueno que los niños naveguen por Internet? Te damos algunos consejos.

Internet es una herramienta perfecta para acercar al pequeño a toneladas de información: los deberes del cole ya no se completan con enciclopedias, y las herramientas de búsqueda virtual se han convertido en la principal fuente de información de toda la familia. Además, los pequeños tienden a socializar de forma natural a través de Internet, por lo que para ellos es un herramienta más para estar en contacto con sus amigos y sentirse parte del grupo. No se lo niegues.

La primer regla para hacer un uso responsable de Internet es la educación. Del mismo modo que le enseñaste a mirar a los dos lados al cruzar la calle o a no poner la mano encima de la lumbre (hoy vitrocerámica), el pequeño ha de saber que 'no todo vale' cuando navegue por la red: conocer las consecuencias de colgar una foto o un comentario son algunas de las reglas básicas que deben saber para navegar con seguridad. En sus primeras 'incursiones' siéntate con él, y guíale explicándole qué es peligroso y qué no. Si estás muye perdida, el Ministerio de Industria dispone de un portal muy especial, que contiene herramientas gratuitas e información para enseñar a padres e hijos a moverse por la red.

Las medidas de control parental son imprescindibles si en casa conviven un ordenador y un niño: los sistemas de seguridad de los ordenadores permiten decidir hasta dónde puede llegar el alcance de los buscadores, restringir determinados contenidos que no sean adecuados para ellos o prohibir la entrada a sitios que puedan ser potencialmente peligrosos para los peques. Además, algunas empresas como Telefónica y su Canguro-net, disponen de paquetes de seguridad privados, que restringen el uso de los niños de Internet de manera mucho más específica, incluyendo los banner de publicidad o la descarga de archivos.

Coloca el ordenador en una habitación común y a la vista: si el pequeño dispone de red en su habitación, es mucho más probable que se conecte por la noche o cuando nosotros no lo podamos controlar. El salón o el cuarto de estar nos permite ver cuánto tiempo pasa en Internet y es una medida sencilla, que permite controlar sin tener que preguntarle e invadir su intimidad.

Proteger la identidad es fundamental a la hora de usar la red. Si tu hijo quiere inscribirse en una red social como twitter, o se conecta a un videojuego en línea que dispone de chat para jugar en red con sus amigos desde casa, enséñale a no dar más información de la necesaria: escoged juntos un nick apropiado, que no revele su verdadero nombre o edad, y aconséjale que no de más detalles de sí mismo como direcciones o el número del móvil.

Fomenta otras formas de ocio en su tiempo libre: intenta equilibrar el rato que pasen en Internet con otras actividades como leer o sencillamente salir a jugar con los amigos.

Fuente:www.hola.com

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