Ir al contenido principal

Destacados

Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Corazón: ¡ no escapes de mi vida !

Lo que parecía que iba a terminar en tragedia, se convirtió en un milagro. Audrina Cárdenas nació con Ectopia cordis. Es decir, una buena parte de su corazón se encontraba en la superficie de su abdomen.
Los médicos descubrieron la condición de la bebé cuando todavía estaba en la panza de su madre, gracias a las ecografías que dejaron en evidencia el problema. Considerando lo delicado de la situación, le dieron la posibilidad a su madre de interrumpir el embarazo, según precisaron en el sitio inglés Cron.com.
Ashley Cardenas, de 25 años, decidió seguir adelante, dado que había algunas señales que permitían mantener el optimismo. “Su corazón está estructuralmente en buen estado, y ella sobrevivió a las primeras 48 y 72 horas después del nacimiento”, dijo Charles Fraser, cirujano del hospital Pediátrico de Texas, donde ocurrió el milagro.
Fraser y un equipo de cirujanos cardiovasculares, pediatras y plásticos operaron durante seis horas a corazón abierto, el día después del nacimiento de la niña. Los médicos configuraron una cavidad en el pecho, poniendo el corazón y luego estirando la piel, según publicó el medio Telecinco.es.
Aunque tuvieron este primer gran éxito, la beba todavía no se encuentra fuera de peligro. El corazón no está protegido por la coraza y el tejido circundante está expuesto al mundo exterior, y por tanto, es muy vulnerable a las infecciones. Es por ello que los médicos tendrán que diseñar una coraza alrededor del corazón de Audrina, en una nueva operación, para evitar futuras infecciones.
Aunque la beba necesite más cirugías para corregir otros defectos cardíacos, sus médicos esperarán por lo menos un par de años para darle tiempo a la pequeña a sanar y desarrollarse. “Me siento bendecida solo por el hecho de saber que está acá y se esta poniendo mejor cada día. Ella es mi pequeña bebé milagro” resumió su madre. 

Una enfermedad muy rara
 
La beba aún no se encuentra fuera de peligro.
La ectopia cordia ocurre en seis a ocho bebés de cada millón, de estos, el 90% suele morir durante el embarazo y los tres primeros días de vida.


La vida se apega a lo maravilloso y a la esperanza de un futuro mejor. Dios nunca descuida las vidas que transforman al mundo.

Comentarios

Entradas populares