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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Mi Bebé: bienvenido a la familia


A veces los seres humanos tenemos la gran satisfacción de que en nuestras vidas lleguen cosas hermosas y eventos que llenan de alegría nuestro mundo. Y hoy puedo decir con el corazón en la mano, y el palpito agitado de mi alma rebozante de felicidad,  que la llegada de Sebastian Alejandro es un acontecimiento digno de orgullo y alegría infinita. Gracias a Dios la llegada de este hermoso ángel a este mundo acontecio sin ningún inconveniente. Verlo de cerca  y tocarlo es la sensación más emocionante que se pueda tener. Saber que una extensión de uno mismo vive y crece en un pequeñito cuerpo pone en perspectiva  la vida que uno ha conocido hasta el momento. 

Deseo, hijo mio que tu llegada sea el preámbulo de situaciones y vivencias que llenen de alegría y paz a nuestra familia. 

Y a mi amada esposa, gracias por ese pequeño ser humano tan hermoso. Realmente hay que tener fortaleza y valor para superar las pequeñas dolencias que durante nueve meses soportaste sin queja alguna. Solo te sobraba mucho amor, aún antes de que naciera Sebastian. Bendita tu eres, Dios te ha bendecido con una vida. 


Dedicado a mi hermoso bebé y  a su excelente madre: Mariela Roa.

Comentarios

  1. que bebe tan hermoso, te felicito por tu bebe y por ser un gran padre, me alegro mucho por ti amigo. saludos a tu esposa y tu mama.

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