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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Tráfico de animales


Brasil es una de las principales fuentes del contrabando de fauna, más de 12 millones de animales son sacados cada año del país hacia un tentador mercado internacional. Ahora se combatirá ese contrabando con la activación de una red de información y cooperación en América del Sur. El tráfico de animales silvestres, un negocio mundial de 20 mil millones de dólares anuales, ya no es en América preocupación sólo de algunos países.

Una red de información y cooperación contra el comercio ilegal de animales y plantas está en construcción en América del Sur, donde la alta biodiversidad atrae a los traficantes de especies. La estrategia, que espera frenar un negocio que tiene vínculos con el narcotráfico, se acordó en la primera Conferencia Sudamericana sobre el Comercio Ilegal de la Fauna Silvestre, que reunió en julio a 150 expertos y autoridades en Brasilia.

La conferencia, organizada por la brasileña Red Nacional de Combate al Tráfico de Animales Silvestres (RENCTAS), fue también promovida por el Departamento de Estado de Estados Unidos. La participación de Washington respondió a una inquietud adicional, la asociación entre los traficantes de fauna y de drogas.

Entre 30 y 40 por ciento de las 350 o 400 cuadrillas que practican en Brasil el contrabando de animales mantienen vínculos con el narcotráfico, aseguró a Tierramérica el coordinador de Renctas y de la Conferencia, Dener Giovanini.

La red sudamericana será coordinada desde Brasilia por Renctas, cuyo modelo será utilizado por los demás países. Habrá así redes nacionales de organizaciones no gubernamentales, autoridades ambientales y policiales, y empresas y personas interesadas en el problema.

Las actividades conjuntas previstas son la habilitación de un banco de datos con listas de traficantes de todos los países, campañas de educación ambiental e intercambio de informaciones. Traffic de Ecuador, un proyecto apoyado por ONG internacionales, apoyará a Renctas en el diseño de la red subcontinental y en su implantación.

El tráfico de animales prospera ante la tolerancia social y sigue la lógica implacable del mercado. Las especies más escasas obtienen los mejores precios y son, por tanto, las más cazadas, acentuándose el riesgo de su extinción.

Es así que la arara-azul-de-lear, una de las aves brasileñas más amenazadas, cuesta hasta 60 mil dólares en Europa, América del Norte y Asia, las regiones de mayor demanda.

El tráfico es también depredador y contribuye a la escasez, ya que sólo uno de cada diez animales arrebatados a su medio natural llega vivo al comprador final.

Pocas personas consideran un delito adquirir hermosos pájaros y monos sacados de su hábitat en países lejanos, y mantenerlos cautivos en un zoológico particular es un deseo de muchos. En consecuencia, el contrabando goza de cierta impunidad.

Como en el caso del narcotráfico, los principales proveedores son países en desarrollo y la demanda se concentra en los industrializados.

Es necesario que los países ricos reduzcan “el consumo insostenible de la fauna exótica”, del mismo modo que hacen falta alternativas económicas para las comunidades pobres que capturan animales como medio de supervivencia, señaló el ministro brasileño de Medio Ambiente, José Sarney Filho.

Brasil es una de las principales fuentes del contrabando de fauna, con 15 a 20 por ciento del total mundial, calculó Giovanini. Más de 12 millones de animales son sacados cada año del país.

Esa sangría agrava el riesgo de extinción que pesa sobre 208 especies en Brasil, advirtió el ministro.

El mercado internacional está estimulado por personas que buscan ejemplares raros, pero incluye también a la industria farmacéutica, que compra especies venenosas, como arañas y serpientes. Se trata de la llamada biopiratería, que paga centavos de dólar por cada animal en los países pobres y alimenta la lucrativa producción de medicamentos.

Además de la demanda de seres vivos, hay un gran comercio de cueros, plumas, órganos y otras partes, que también arremete contra la biodiversidad, observó Giovanini. Un cuadro de alas de mariposas puede costar tres mil dólares en China, por ejemplo.

Fuente:thefxmedia.com

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