Sin embargo, su resultado más sorprendente es que la sensación de pérdida que se experimenta como resultado de un divorcio es mayor que la experimentada con la muerte de un padre.
Estas características han sido dadas a conocer por un estudio de la University College Dublin que reveló que los efectos del divorcio son más dañinos para los hijos que la muerte de uno de los progenitores.
Ante estos hechos, Patricia Casey, la autora de la investigación, muestra su preocupación por la subestimación que se tiene, acerca de los efectos que el divorcio causa en los hijos.
Los niños sí sufren por la separación y el divorcio -asegura la profesional-; y señaló que su intención es corregir la idea difundida de que la separación es una alternativa positiva para las parejas que atraviesan por un matrimonio «malo», aseguró la profesional.
«Nadie debería engañarse con la idea de que el divorcio es fácil», agregó y sostuvo que «mantener un mal matrimonio juntos es difícil, pero proteger a los hijos después de un divorcio puede ser aún más complicado. Las parejas necesitan darse cuenta de esto».
Errores de los padres post-divorcioLos padres en su afán por superar la situación o castigar a su cónyuge usan a sus hijos como medio para defenderse o desquitarse o manipular a su pareja sin considerar siquiera que los hijos ya están sufriendo por la perdida de uno de sus progenitores y que necesitan igual que ellos la ayuda espiritual, emocional y de relaciones para superarla, a continuación detallaremos algunas de ellas:
Padres usándolos para vengarse de sus cónyuges.- Estoy convencida que de manera ignorante muchos padres usan a sus hijos para ponerlos en el centro del problema, irrespetando su condición de ser humano usándolos como objetos para castigar a uno de sus cónyuges, además de comunicar a sus hijos sus problemas, conflictos y frustraciones y lo único que provocan en el corazón es odio, rencor, resentimiento hacia uno de sus progenitores.
Padres descansando sobre sus hijos.- Sin considerar que ellos ya tienen una carga muy pesada que llevar, los padres muchísimas veces descansan en sus hijos, haciendo de ellos sus confidentes, depositando sus cargas, temores, sufrimientos; causando un conflicto emocional dentro de ellos sintiéndose divididos ya que aman a sus padres, seguramente estos chicos están gritándoles no quiero que me cuentes, estoy sufriendo, soy un hijo y también necesito ayuda.
No actuar en beneficio de los hijos.- El no mantener los lazos de relaciones significativos entre ellos y trabajar en pos del bienestar de los chicos, manteniendo una actitud de cooperación mutua, respetuosa y digna, dejando de lado los gritos y reclamos que no contribuyen a ayudar a los chicos y no arreglará ni cambiará la situación.
Cortar vínculo con sus hijos.- Como resultado del divorcio los padres se alejan de sus hijos, sin tomar en cuenta que necesitan el tiempo de contacto con ellos, desviando su atención de ellos y concentrándose en si mismo y en sus propias necesidades.
Hacer que los hijos asuman el papel de padres.- “El divorcio a menudo, conduce a un colapso parcial o completo de la capacidad de un adulto de ser padre o madre, por meses y a veces por años luego del quiebre.
Atrapados en reconstruir sus propias vidas, madres y padres se encuentran ocupados con mil y una preocupaciones que puede enceguecerlos respecto a las necesidades de sus hijos. En muchas de estas familias un niño-a menudo la hija mayor- asume responsabilidades mucho más allá de las que antes tenía. Estos pequeños “proveedores de cariño y cuidado paternal” asumen en forma silenciosa la crianza y guía moral de sus hermanos menores y también pasan a ser confidentes, consejeros, tutores e incluso padres de sus propios padres.” Afirma la señora Wallerstein
Perspectiva de Dios frente al divorcioDios creó al hombre y a la mujer para que se complementaran física, emocional, intelectual y espiritualmente. El plan de Dios para la humanidad es perfecto y además dijo “¿No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea” Génesis 2:18; El corazón de Dios para el matrimonio es que este fuera sano, fuerte y perdurables; pero lamentablemente no siempre es así, diferentes situaciones han ocasionado que la relación se destruya y las pareja opte por el divorcio entonces ¿qué es lo que Dios nos manda con relación al divorcio?
En primer lugar, Dios aborrece el divorcio. Él así lo dice en Malaquías 2.15-16. “
Acaso no hizo el Señor un solo ser, que es cuerpo y espíritu? Y ¿Por qué es uno solo? Porque busca descendencia dada por Dios. Así que cuídense ustedes en su propio espíritu, y no traicionen a la esposa de su juventud. Yo aborrezco el divorcio -dice el Señor, Dios de Israel-, y al que cubre de violencia sus vestiduras, dice el Señor Todopoderoso. Así que cuídense en su espíritu no sean traicioneros.” Dios aborrece la infidelidad a los pactos o contratos que hemos contraído y mucho más a este pacto sagrado como el matrimonio, es decir la infidelidad a los votos matrimoniales.
Pero cuales son las causas para que la relación se quebrante entre una pareja y opte por tomar una decisión tan drástica como el divorcio, creemos que las causas son muchas entre algunas esta la infidelidad, económicas, mala comunicación, inestabilidad en uno de los cónyuges, alcoholismo, maltrato emocional o físico, y cualquiera que sean los causales para un divorcio creo que el problema mas grande que existe entre la pareja para llegar a este desenlace
es el callar cuando viven los conflictos, el no buscar ayuda a tiempo, y creo que todo eso se resume en guardar las apariencias, el simular que aquí no pasa nada, que no es tan grave lo que nos ocurre, que pronto se solucionará y cada uno de estos se convierten en los grandes enemigos que tiene el matrimonio, y es el diablo quien está detrás ya que el sabe que si ataca las cabezas de la familia el cuerpo se dispersará y terminará destruyéndose, además son sus mentiras aquellas que han convencido a las parejas susurrándoles al oído que “como puedes perder tu imagen, al ventilar lo que te ocurre” “que dirán tus amigos acerca de tu problema” y no saben que esa es la manera como trabaja el, ya que le gusta mantener las cosas escondidas, en oscuras no olvidemos que el es engañador, mentiroso y ladrón por excelencia y que una ves que las cosas se han ventilado ya no tiene forma de seguir trabajando en lo secreto, y es en la luz donde empezamos a ver mas claro y el compartir el problema aligera la carga y la ayuda y la intervención de Dios nos dará pautas para continuar luchando por ya no será en nuestras fuerzas sino en el poder de Dios.
Cuando las cosas han llegado hasta el divorcio creo que el corazón de Dios siempre será el de levantarnos aunque esto no signifique que el lo apruebe; entonces de acuerdo a Malaquias Dios lo aborrece porque el divorcio romper el significado del matrimonio, ya que Dios nos ha dicho que la relación matrimonial es una representación de Dios y su pueblo y el requiere de que esta relación se lleve en un a fidelidad absoluta; entonces el desafío se presenta en nuestras vidas: estamos viviendo de cuando a esa fidelidad tanto esposos como esposas?; ahora Dios siempre cumplirá su parte ya que en su palabra nos dice claramente que aunque nosotros fuéremos infieles el permanece fiel, es parte de su naturaleza de su carácter como Dios mismo y cada pareja debe tener la meta de alcanzar tal madurez y llegar a la estatura de Cristo Jesús. Creo que el divorcio levanta la burla mas descarada a lo que Dios estableció en un principio.
Dios aborrece el matrimonio porque divide lo que El juntó En Mateo 19.3: 4-6: "¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre."
Cuando Dios estableció sus mandamientos es para que el ser humano sea bendecido a través de cada uno de ellos, y al quebrantar sus principios y los pactos como el del matrimonio estamos desafiando a Dios y haciendo nuestra propia voluntad, nuestros propios deseos y pensamientos, dejando de ser esa sola carne que Dios quiere, ya que El no es mas Dios porque los cumplimos sino porque el beneficio se reflejará en nuestras vidas como relaciones fuertes, hijos fuertes y sociedades mas fuertes, producto de cumplir sus principios que no son gravosos, pero cada ser humano debe ser determinante en sus decisiones y recordar el pacto de matrimonio el el momento del casamiento, de estar junto a nuestro cónyuges en todo tiempo, en la riqueza, pobreza, salud enfermedad ….etc. Dios nos quiere verdaderamente convertidos en una sola carne.
Dios aborrece el divorcio porque solamente muestra el carácter del hombre.
Mateo 19:7-8 “…Le dijeron: ¿Por que, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? El les dijo: por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.”
Es evidente que por causa del hombre se estableció el divorcio, y esto tiene que ver con el carácter del hombre ya que el hombre está interesado en que hacer su propia voluntad en no dar a torcer sus brazo en lo que se refiere a sus derechos, el no estar dispuesto a ofrecer su otra mejilla, el no dar oportunidad al perdón como un estilo de vida etc. y un sin número de derechos que cree que tiene, como el orgullo, impaciente, lascivioso, celos, iras, contiendas Por lo general, el divorcio es directamente opuesto a este espíritu que demostró Jesús. El divorcio es una reacción, que está clamando yo tengo derecho, porque tengo que sufrir la humillación, el dolor en otra palabras yo quiero vivir a mi manera y no a la manera de mi familia, es decir a la manera de Dios Además, lo aborrece porque....
El divorcio roba a los hijos de la estabilidad emocional, física, espiritual y de relaciones.
"Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar" (Mateo 18.6).
Creo que es verdad cuando los profesionales aseveran que los chicos que vienen de padres divorciados tienden a la delincuencia, son más propensos al robo, al homicidio y a un sinfín de crímenes. Las calles y las cárceles están llenas de jóvenes delincuentes que son el producto de hogares donde sus padres se divorciaron. Satanás toma la ventaja y aprieta cada vez más a estos jóvenes con sus lazos del vicio. ¿Cuántas pobres personas poblarán el infierno como resultado de padres que se divorciaron?
No sabemos. Pero las siguientes palabras de Jesús acerca de los que hacen tropezar a los "pequeños" deben alarmarnos: " Dios aborrece el divorcio porque hace tropezar a los hijos.
El divorcio engendra divorcio.- Se dice que por cada cien matrimonios, casi unos cincuenta de ellos terminan con el divorcio cada vez el divorcio corre con mas desenfreno que nunca
Por qué ha cambiado tanto este tema desde la época de nuestros abuelos? ¿Será que ahora hay menos religión de la que había en ese tiempo? No. La vida y para tener matrimonios firmes no se trata de religiones se trata de vivir una relación con Cristo.
¿Será entonces que hoy día la gente se esfuerza menos que antes para salvar los matrimonios? Tampoco lo creo. Lo cierto es que en la actualidad existen más instituciones que ofrecen orientación matrimonial ya que en verdad el divorcio no le gusta a nadie.
El divorcio corre tan desenfrenado hoy día porque la generación actual está cosechando lo que sembraron sus padres; y es una cosecha bastante amarga. La generación anterior y la que la antecedió sembraron el divorcio al abrir la puerta (aunque inicialmente la abrieron sólo un poquito) a la posibilidad de salir de matrimonios difíciles por medio del divorcio. Lo que pasa en nuestra generación da testimonio a la veracidad de lo que dice la Biblia: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gálatas 6.7).
Existe también otra manera en que el divorcio engendra más divorcio. Dios instituyó el contrato matrimonial para la seguridad emocional de los cónyuges. ¿Qué pasa entonces si surge una disputa entre las personas casadas y ambas partes saben que si no pueden llegar a un acuerdo, el divorcio va a ser una opción? ¡Exactamente! ¡Esa posibilidad les quita a los cónyuges la propia seguridad que el matrimonio debería proveerles cuando pasan por dificultades matrimoniales!
Pensemos ahora en la próxima generación. Se dice que los hijos de padres divorciados se divorcian con más regularidad. De aquí a veinte años, ¿qué pasará con los matrimonios de nuestros hijos? ¡Volvamos, pues, a Dios! ¡Clamemos a él por su misericordia! ¡Dejemos de traicionar a nuestros cónyuges y a nuestros hijos!Fuente:www.unbuenconsejo.org
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