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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

EEUU: Asesino con mucho poder


Todo ser humano merece un juicio justo, aun cuando sus crímenes sean detestables ante el mundo. El asesinato de Osama Bin Laden por parte de una facción de asesinos armados del gobierno de los EEUU, sienta un precedente de inimaginables consecuencias internacionales.



El mundo guarda silencio ante la aberrada actuación de un país que en su borrachera de poder cree que tiene el derecho absoluto de poder matar a cualquier ser humano, que se oponga a sus designios imperiales. No hay jurado, no hay juez, solo la mano invisible del poder más corrupto ensangrentada que grita el aleluya de los vencedores inmerecidos y guiados por el príncipe de la negra oscuridad. Aquel que por voluntad del poderoso Rey de luz puede hacer la maldad aquí en la tierra.


El ejemplo dado por el gigante asesino, es un buen aliciente a todas esas almas corruptas y asesinas que pululan por toda la tierra. Es una licencia concedida donde se entrega el derecho a tomar la JUSTICIA POR PROPIA CUENTA.

Atención mundo, a partir de ahora muchos tomaran justicia en manos de sus propios deseos. Mucha sangre roja, de pecadores se convertirá en testigo silencioso de un legado de odio e injusticia que nace de un país cuya excusa más inteligente es resguardar al mundo de la maldad. Vaya manera de hacer el bien.


Finalmente queridos lectores, les puedo decir que no existe diferencia alguna de aquel asesino cruel y despiadado que mata sin remordimiento y de aquel que toma la justicia por su cuenta. En esto no hay balance universal, sino caos y malignidad sin limité. Claros ejemplos de que estamos en el fin de los tiempos. La sabia Biblia lo predijo con maravillosa exactitud. Muchos demonios andan sueltos hoy, pero para ellos les espera una justicia, ... una verdadera justicia la de Dios. Y contra ella no hay poder humano que pueda dar batalla.



Autor: ESCRITOR DE LETRAS

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