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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Venezuela bajo un regimen sombrío


Que puede decir un ciudadano como yo que vive las desgracias de este régimen ineficaz y controlador? Haré un breve resumen de las penurias que se sienten a flor de piel cada día en este bello país convertido en una pesadilla para millones de familias. 
A continuación lo más notable de vivir actualmente en Venezuela:
  • Servicios básicos colapsados: Nada funciona correctamente. La electricidad que llega a los hogares es muy fluctuante y los cortes son casi a diario. Este mal servicio ocasiona pérdidas millonarias en electrodomésticos que quedan en algunos casos inservibles. En  pasado no había mayor problema, se podía remplazar por uno nuevo. Pero en la Venezuela de hoy, es casi imposible para las familias de salario mínimo. Así sean tres o cuatro salarios que perciba una familia. Neveras, lavadoras, televisores, ventiladores, hornos microondas, licuadoras, equipo de sonido etc., cuestan varios meses y hasta años poder comprarlo, y la inflación (2000% y 5000% a finales del 2017) y proyectada en el 2018 en 30000% hace imposible comprar prácticamente nada. Igual pasa con el servicio de agua, telefonía fija y móvil, el internet y cualquier servicio en cualquier oficina del régimen. Todo es lento y corrupto (si usted paga se acelera el tramite) y manipulador. La sensación es que estamos en la decadencia total.
  • Transporte público y particular semi-paralizado: No se puede creer. Venezuela un país petrolero con una escasez terrible de gasolina, gasoil (acentuada en los últimos meses del 2017 y muy viva en los estados fronterizos) y repuestos para todo tipo de vehículo. Los repuestos que  se pueden conseguir son a  precio de dólar libre, debido a que el gobierno no entrega dólares desde hace meses a nadie. Solo la cúpula del régimen tiene derecho a estos dólares. Con esta situación miles de vehículos yacen en estacionamientos públicos y particulares esperando algún día poder circular.
  • Comida y ropa algo difícil de obtener: Comer bien y vestirse es un lujo hoy en día. Cualquier prenda de vestir cuesta uno o dos salarios mínimos. Y la comida, aún con el escaso dinero no se consigue. Los precios suben  a diario. Para poder comprar los productos básicos(a precios legales y oficiales) hay que hacer colas kilométricas que duran casi un día completo. Nada se produce. Y los alimentos importados están fuera del alcance de la mayoría.
  • No se puede ahorrar. No se puede planificar futuro alguno: Con los niveles de inflación es imposible que una familia pueda ahorrar o planificar nada. La inflación destroza el poder adquisitivo. Nada se puede comprar a crédito. Nadie ofrece ventas a crédito. 
  • No hay dinero en efectivo: Los bancos solo dan 10 mil bolívares diarios ($0.1). Algunos 30 mil bs. ($0.3), el que intente retirar una suma superior reciben un rotundo -NO-. Sin embargo pagando ciertas comisiones se puede retirar un poco más. Hay que pasar una mañana completa para retirar irrisorios montos los cuales no permiten comprar nada Un calvario amigos lectores...una desgracia¡¡¡.
  • Falta de gas para las cocinas de las familias: Este servicio se fue al suelo desde que el régimen se apodero de todas las empresas distribuidoras, con la excusa de explotadores del pueblo. Desde ese momento las entregas a los hogares (en algunas provincias aun se entregan cilindros metálicos de 10 kilos, 18 y 45 kilos) fue disminuyendo hasta desaparecer. En mi caso no tengo el servicio desde hace como tres meses. Uso una cocina eléctrica. Los choferes que reparten el gas llegan a una zona, y venden cada cilindro de gas miles de veces más caro que los establecidos. Además mucha gente necesitada del servicio colabora y paga hasta más. Caos total. Muchos al optado por comprar paquetes de leña y sustituir el gas. El silencio del régimen ante estos acontecimientos es PASMOSO y cómplice. Nadie responde. Todo sigue igual.
  • Falta de medicinas de todo tipo: Buscar una simple aspirina en una farmacia es algo impensable en la Venezuela de hoy. Mucha gente muere. Todo está documentado para que cuando llegue el momento se haga justicia. Dios bendiga la salud de los venezolanos. El régimen no dice nada, no hay un ápice de misericordia por parte de estas bestias.

Podría seguir escribiendo los problemas que padecemos los venezolanos a diario. Pero lo anterior es una visión general de lo que sufrimos hoy en día los venezolanos.  

Esperamos una respuesta contundente de la oposición de Venezuela. Una respuesta que no es otra que la salida de estos depredadores de mentes y vidas que hoy en día se ha convertido la banda de delincuentes liderada por este dictador llamado Nicolás Maduro. Es urgente porque la gente está muriendo de hambre y enfermedades. Es la verdad. No se puede ocultar. 

El régimen ha violentado todo principio de convivencia democrática. Ha vejado y aplastado toda legalidad. Ha sustituido a los poderes legalmente constituidos como la asamblea nacional por una elegida por ellos mismos. Si amigos lectores los que votaron por esta fraudulenta asamblea constituyente fueron los a cólicos seguidores del gobierno. Solo ellos fueron a votar. Pero no por millones como dijo el régimen. En la mayoría de centros de votación no se vieron colas enormes como para predecir una votación significativa. Hubo trampa. Ellos lo hicieron. Lo sabemos.

Solo esperamos que estos delincuentes del régimen  tengan los días contados. Tengo la convicción de que esto sucederá pronto. Somos mayoría de los que deseamos el cambio.

VIVA LA LIBERTAD Y EL LIBRE MERCADO

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