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El regalo de los Reyes Magos

U n dólar con ochenta y siete centavos. Eso fue todo. Y siete centavos eran en centavos. Centavos ahorrados uno a uno, derribando al tendero, al verdulero y al carnicero hasta que las mejillas ardían con la silenciosa calma que implicaba un trato tan cercano. Della lo contó tres veces. Un dólar con ochenta y siete centavos. El siguiente día sería Navidad. C laramente, no había nada que hacer más que dejarse caer en el pequeño sofá destartalado y gritar. Así que Della lo hizo. Lo que suscita la reflexión moral de que la vida se compone de sollozos, lloriqueos y sonrisas, predominando los lloriqueos. Mientras que la dueña del hogar va pasando gradualmente de la primera etapa emocional  a la segunda, echa un vistazo a su casa. Un piso amueblado a $8 por semana. No excedía exactamente la descripción, pero ciertamente tenía esa palabra al acecho: precaria mendicidad. En el vestíbulo de abajo había un buzón en el que no entraría ninguna carta y un botón eléctrico del que ningún dedo mortal p

Contacto OVNI: Segunda parte

 


Aquí les traigo la segunda parte de esta historia, que muy gentilmente me la hizo llegar el amigo 
José desde Venezuela. Espero sus comentarios y opiniones.


Parte II: El Misterio.

Personaje: Jose.

Lugar: Hacienda "La Escondida"

Juan tomo el extraño objeto por unos instantes, y lo tiro al suelo. Grito "esta vivo". Yo le dije, hombre que dices es solo una piedra. _ No papá, se siente como si vibrara_. Es una sensación extraña. Juan tenia una cara de miedo y desesperación. Decidí tomar la piedra, y confirme el extraño efecto de la piedra. Era como tocar algo en movimiento. Busque un frasco y lo puse allí. La piedra era de un color rojizo brillante, parecía un trozo de vidrio de botella. Tenia un extremo redondeado y el otro terminaba en una punta mas angosta. Juan  no quiso saber mas del objeto y se fue a hacer  el trabajo diario que le correspondía en la hacienda. Yo coloque el frasco en la mesa de mi habitación, con la idea de hablar lo antes posible con un yerno que es ingeniero y conocedor de estos misterios. 

Ese día comentamos en familia lo sucedido, sin mencionar el extraño objeto encontrado en el árbol de lechosa. Mi esposa dijo que eso era cosa del demonio, y que rezáramos mucho para alejar todo lo malo. Yo le dije que tal vez la cosa que vimos era de criaturas de otros mundos diferentes a la tierra. Pero ella insistía que era cosas del demonio. 

Esa misma semana de avistamiento logre comunicarme con mi yerno y le narre todo lo sucedido, también le dije sobre el extraño objeto incrustado en el árbol de lechosa. El se sorprendió y dijo que colocaran el objeto en una caja de metal. Le dije que la había colocado en un frasco. Prometió que la próxima semana estaría visitándome  y me pidió que no hablara nada del asunto a nadie. Le dije que así seria, y que lo esperaba pronto. 

Me pareció extraño las palabras de mi yerno, desde que lo conocía, unos siete años, nunca lo había notado tan preocupado por un asunto. Bueno había que esperar la semana siguiente, ya era viernes y tenia mucho trabajo pendiente con una cerca caída que hacia que el ganado saliera de mis predios. Ese día, mientras trabaja reparando la cerca, me di cuenta del extraño comportamiento del ganado. Cerca de mi a unos cien metros habían dos animales que no se movían. Era raro, pues siempre estaban moviéndose o masticando pasto. Pero en este caso, estaban de pie, como estatuas. No les puse mucha atención y proseguí mi trabajo. Unas horas después de terminar de reparar la cerca. Vuelvo a observar los animales y estaban exactamente en la misma posición. Así que me dirigí hacia ellos, y no se movieron para nada con mi presencia. Eso si era extraño. Grite con un poco de miedo, "Carajo que esta pasando Dios mío". A pesar de un sol que quemaba, los animales estaban ahí , parados. Los toque y trate de empujarlos gritándoles. Pero nada. Se me ocurrió buscar un poco de agua del manantial que alimenta mi hacienda. Lleve un tobo de unos cinco litros lo llene y me lo traje donde estaban los animales. Me aleje un poco de ellos y le lance toda el agua a ambos animales. Y funciono, los animales movieron la cabeza, me vieron y dieron vuelta y se alejaron. No podía creer lo que  pasaba, ni podía explicarlo. Nunca en mis treinta años en la hacienda había visto un comportamiento tan extraño del ganado. 

Ese día hizo un calor bastante fuerte, realmente no recordaba un día con tanto calor. No  dije nada a la familia sobre el extraño comportamiento del ganado. No los quería asustar. Esa noche nos acostamos temprano como a las nueve de la noche. Un  corte eléctrico desde las tres de la tarde, prometía extenderse hasta el otro día, lo que era usual en nuestra hacienda. La planta eléctrica que teníamos no podía estar funcionando por mas de cinco horas y para evitar recalentarla se apagaba temprano.

Esa noche me pareció algo inusual el silencio en la hacienda. El ruido de las gallinas y el gallo que siempre cantaba no lo hacia. Mi esposa también me hizo el comentario y yo  apenas le dije que no se preocupara quizás el excesivo calor del día provocaba ese comportamiento. Me costo dormir esa noche, pensaba muchas cosas. 

Desperté de repente, una luz tenue lo llenaba todo. No sabia que pasaba. Grite el nombre de mi mujer y ella seguía dormida. Me incorpore y pude ver que la luz salía del frasco donde había colocado el objeto que encontró Juan. La luz que salía formaba una nube, de color azulada. Se veía algo, como si la nube se moviera. Pero no veía muy bien. Busque mis lentes y pude detallar que efectivamente eran imágenes.


Bueno hasta aquí la segunda parte. hare todo lo posible por llevarles la tercera parte esta semana.


Escritor de Letras.






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