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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

MORAL: ! No la encuentro en las personas ¡


El mundo de hoy no es perfecto. Ningun ser humano es perfecto. Pero aquellos que llevan la bandera del buen vivir, los seguidores de doctrinas religiosas que aseguran que Dios esta con ellos. Los "llenos de amor", los de corazón amable y conducta intachable. He conocido a muchos. Hablado con ellos. Escuchado sus puntos de vista y sus visiones de vida. Pero me ha sorprendido su conducta y sus "ligerezas" morales. Realmente no los entiendo.


Para que mis lectores entiendan un poco mi punto de vista les daré un ejemplo de la "ubicuidad" de la moral de acuerdo a nuestra conducta.

El empleado José Perez, excelente trabajador de una empresa que fabrica neumáticos. Es el encargado de la entrega de materiales y herramientas en el almacén de la empresa. Su trabajo consiste en poner a disposicion del personal de toda la empresa las herramientas y repuestos que puedan necesitar. Tiene un familia hermosa. Todos los domingos asiste a misa. Con su esposa y sus tres hijos. Buen amigo. Buen esposo. Colabora con la gente que conoce. Se preocupa por los animales. Es buena persona. Un día un amigo va de visita a su casa. Tiene mucho tiempo sin saludarlo. Se conocieron en la escuela. Su encuentro es muy efusivo y amistoso. Pasan horas hablando del pasado y de los logros en cada una de sus carreras. Al momento de despedirse su amigo le pide algún numero donde pueda comunicarse en el futuro. José Perez corre y saca un lápiz, y anota en un papel los números.
Su amigo, nota de inmediato que el lápiz lleva el logotipo de la empresa donde trabaja su amigo. Y le dice en tono de broma- hasta tus lapices están con la empresa-. Y José Perez le dice, sin inmutarse. No vale, eso los consigo en el almacén. Trabajo allí. Y tengo acceso a todo. Su amigo lo mira, por unos instantes y se despide cordialmente.

Un lápiz. Un solo lápiz. Que daño puede causar eso a una empresa que gana millones. Que daño por dios???. Un simple lápiz. Un miserable lápiz. Que opinan ustedes lectores? La "extracción" del lápiz es un hecho normal?.La respuesta. NO Y MIL VECES NO¡¡¡¡¡¡¡¡. Señores eso se llama literalmente y unívocamente HURTO. Apoderarse de bienes ajenos sin uso de la fuerza. Pero la pregunta importante aquí es: ¿ Como es posible que una persona con ese perfil de honestidad pueda cometer algo así? La respuesta en el próximo post.


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Autor: Anónimo.

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