Ir al contenido principal

Destacados

Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Madrecita !Feliz año nuevo¡


Se acostó en la cama con una sonda intravenosa en un brazo, y una transfusión de sangre en la otra, había una llaga del tamaño de una moneda de medio dólar a partir de la esquina de su boca, que era roja y de profunda secreción acuosa. Un chico guapo de nueve años, con profundos ojos castaño oscuro. Una mujer lo acompaña y le da un abrazo. Él me mira a la cara sin saber quién era yo, me dijo "madre del año nuevo". El llego al hospital 3 días antes de Navidad. Estaba en el hospital muriendo de leucemia. Él era mi sobrino, el hijo mayor de mis hermanas.

Tenía cáncer de la sangre desde hace más de dos años, y ahora estaba cerca de la muerte. Mi marido, y mis dos hijos habían viajado desde Nueva Jersey a Chicago, directamente al hospital New Jersey Turnpike, cuando mi hermana me llamó para decirme que se estaba muriendo. Mi hermana y yo siempre habíamos estado muy unidas compartiendo todo.

Cuando Douglas me llamó la madre del año nuevo, me sentí perdida, me di la vuelta y susurre dios te odio. Yo había estado a solas con él durante una hora dandole oportunidad a mi hermana para un descanso. Cuando ella entró y se acercó a la cama para preguntarle si quería tomar una copa, el dijo: "Permite que mi madre de nuevo año me lo de a mi". Le pregunté de dónde sacó el nombre de ella pues no lo sabía. Lamentablemente nunca pude saberlo. El nombre aún me persigue ...

Douglas murió justo después de año nuevo el 5 de enero. Fue la primera muerte de un niño en nuestra familia que se ha tenido. Yo estaba tan cerca de Douglas como a mi propio hijo que era un año menor que él, y mucha gente los tomaban como gemelos, se veían tan parecidos. Durante meses tuve un sueño recurrente de ver a mi hijo en el ataúd blanco en el que Douglas fue enterrado. Durante muchos años la Navidad se vio empañada para toda la familia.

Esto paso hace muchos años, y caso curioso, mi hermana y yo teníamos cada una dos hijos. Ambas perdimos al de mayor edad. Por alguna razón, esta Navidad me los ha hecho recordar con mucha intensidad. Me pregunto por qué, sus espíritus están llegando a mí con tanta fuerza ahora. Siempre están conmigo, en mi corazón, pero no con esta intensidad. Es por eso que escribí sobre él. Tal vez voy a obtener la respuesta.

Fuente: Mine

Comentarios

Entradas populares