Ir al contenido principal

Destacados

Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Mujer: ¿Como reconocer una verdadera?


Una buena mujer se siente orgullosa de sí misma. Se respeta a sí misma y a los demás. Es consciente de que es mujer. Ella no busca la definición de la persona que la acompaña, ni espera poder leer su mente. Ella es muy capaz de articular sus necesidades. Una buena mujer esta llena de esperanza. Es lo suficientemente fuerte como para hacer que todos sus sueños se hagan realidad.

Ella conoce el amor por lo tanto, ella misma se da amor. Reconoce que su amor tiene un gran valor y por lo tanto debe ser correspondida. Si el amor se da de inmediato, es un amor efímero. Una buena mujer tiene un toque de inspiración y un salpicar de resistencia. Ella sabe que a veces, tiene que inspirar a otros a alcanzar el potencial que Dios les dio.

Una buena mujer sabe que su pasado, comprende su presente y se mueve hacia el futuro. Una buena mujer conoce a Dios. Ella sabe que con Dios, el mundo es su patio de recreo, pero sin Dios, apenas se reproducirá. Una buena mujer no vive con miedo al futuro debido a su pasado. En cambio, entiende que sus experiencias de vida no son más que lecciones, la intención de acercarla a la auto-conocimiento y el amor propio incondicional.

Finalmente una mujer es la gloria de vida, pues en ella subyace el milagro de la vida. Una mujer madre, es el regalo más hermoso que el creador haya dado a este mundo, que no siendo perfecto, nos abruma cada día. Una mujer madre es el reflejo del amor infinito del creador. Gracias por existir hermosas criaturas.

Fuente:www.examiner.com
Autor: ESCRITOR DE LETRAS

Comentarios

Entradas populares