El regalo de los Reyes Magos
U n dólar con ochenta y siete centavos. Eso fue todo. Y siete centavos eran en centavos. Centavos ahorrados uno a uno, derribando al tendero, al verdulero y al carnicero hasta que las mejillas ardían con la silenciosa calma que implicaba un trato tan cercano. Della lo contó tres veces. Un dólar con ochenta y siete centavos. El siguiente día sería Navidad. C laramente, no había nada que hacer más que dejarse caer en el pequeño sofá destartalado y gritar. Así que Della lo hizo. Lo que suscita la reflexión moral de que la vida se compone de sollozos, lloriqueos y sonrisas, predominando los lloriqueos. Mientras que la dueña del hogar va pasando gradualmente de la primera etapa emocional a la segunda, echa un vistazo a su casa. Un piso amueblado a $8 por semana. No excedía exactamente la descripción, pero ciertamente tenía esa palabra al acecho: precaria mendicidad. En el vestíbulo de abajo había un buzón en el que no entraría ninguna carta y un botón eléctrico del que ningún dedo mortal p
Es hermoso saber que en el mundo que estamos viviendo todavia existan sentimientos de amor, y sinceridad, cuando en el hoy se protesta por la proteccion de los animales, pero no por la proteccion de los niños,cuando madres sin sentimientos antes de nacer les quitan la vida, o los tienen para tirarlos a un basurero, o dejarlos abandonados en lgun lugar distante a merced de la naturaleza, les bendigo por amar a ese bebe que llenara de dicha, paz, luz y sabiduria ese hogar que han querido formar con responsabilidad, amarlo desde el vientre de la madre hara de ese angelito un ser seguro, inteligente, organizado, y con profundos sentimientos espirituales y grandes valores morales que le serviran para iniciar su vida por el camino del exito y la prosperidad
ResponderEliminarQue sentimientos tan bonitos, felicitaciones ¡¡¡¡¡
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