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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Creación vs Evolucionismo

¿Pueden creer mis queridos lectores que un bebe como el de la foto pueda ser el resultado de combinaciones aleatorias de miles de millones de intentos para que la estructura del ADN se uniera de forma correcta y diera como resultado un ser con todas las posibilidades de triunfar en este planeta? ¿El simple azar hace semejante milagro? ¿Que opinan ustedes?




La ciencia del hombre ya ha demostrado la imposibilidad matemática de que el azar y todos los millones de años que se puedan considerar dieran como resultado la existencia misma del hombre en la tierra. Si mis apreciados lectores la conclusión de los expertos de las ciencias de la probabilidad y estadística terminan en un solo hecho: somos un milagro viviente.

Pero este "milagro viviente" lo podemos traducir(a los científicos les cuesta admitirlo) como la obra suprema de un creador amoroso. Si así es. Dios el único capaz de crear de la materia inanimada la belleza de la vida, tal cual la vemos en la foto. Imagen y semejanza del creador.


No hay que ser experto ni poseer un titulo de maestro para ver estos hechos. Solo eleven la mirada al cielo y verán lo majestuoso y extraordinario del mundo. Dios nos sonríe cada vez que lo vemos en sus obras. Un árbol que mueve sus ramas. Un ave que vuela con el viento de la mañana. El movimiento perpetuo de los mares. El canto mágico de las ballenas. La impecable belleza de una rosa cuando apenas la toca un rayo de sol. La sensación de gozo y paz cuando estamos junto a las personas que amamos. Dios esta ahí, y nos dice con toda humildad que todo lo maravilloso que nuestros sentidos puedan palpar es para nuestro completo disfrute. Solo un Dios de infinito amor puede darnos esos regalos. ¿Los aprecia usted en su justa dimensión?


Autor: ESCRITOR DE LETRAS

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