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El regalo de los Reyes Magos

U n dólar con ochenta y siete centavos. Eso fue todo. Y siete centavos eran en centavos. Centavos ahorrados uno a uno, derribando al tendero, al verdulero y al carnicero hasta que las mejillas ardían con la silenciosa calma que implicaba un trato tan cercano. Della lo contó tres veces. Un dólar con ochenta y siete centavos. El siguiente día sería Navidad. C laramente, no había nada que hacer más que dejarse caer en el pequeño sofá destartalado y gritar. Así que Della lo hizo. Lo que suscita la reflexión moral de que la vida se compone de sollozos, lloriqueos y sonrisas, predominando los lloriqueos. Mientras que la dueña del hogar va pasando gradualmente de la primera etapa emocional  a la segunda, echa un vistazo a su casa. Un piso amueblado a $8 por semana. No excedía exactamente la descripción, pero ciertamente tenía esa palabra al acecho: precaria mendicidad. En el vestíbulo de abajo había un buzón en el que no entraría ninguna carta y un botón eléctrico del que ningún dedo mortal p

Creación vs Evolucionismo

¿Pueden creer mis queridos lectores que un bebe como el de la foto pueda ser el resultado de combinaciones aleatorias de miles de millones de intentos para que la estructura del ADN se uniera de forma correcta y diera como resultado un ser con todas las posibilidades de triunfar en este planeta? ¿El simple azar hace semejante milagro? ¿Que opinan ustedes?




La ciencia del hombre ya ha demostrado la imposibilidad matemática de que el azar y todos los millones de años que se puedan considerar dieran como resultado la existencia misma del hombre en la tierra. Si mis apreciados lectores la conclusión de los expertos de las ciencias de la probabilidad y estadística terminan en un solo hecho: somos un milagro viviente.

Pero este "milagro viviente" lo podemos traducir(a los científicos les cuesta admitirlo) como la obra suprema de un creador amoroso. Si así es. Dios el único capaz de crear de la materia inanimada la belleza de la vida, tal cual la vemos en la foto. Imagen y semejanza del creador.


No hay que ser experto ni poseer un titulo de maestro para ver estos hechos. Solo eleven la mirada al cielo y verán lo majestuoso y extraordinario del mundo. Dios nos sonríe cada vez que lo vemos en sus obras. Un árbol que mueve sus ramas. Un ave que vuela con el viento de la mañana. El movimiento perpetuo de los mares. El canto mágico de las ballenas. La impecable belleza de una rosa cuando apenas la toca un rayo de sol. La sensación de gozo y paz cuando estamos junto a las personas que amamos. Dios esta ahí, y nos dice con toda humildad que todo lo maravilloso que nuestros sentidos puedan palpar es para nuestro completo disfrute. Solo un Dios de infinito amor puede darnos esos regalos. ¿Los aprecia usted en su justa dimensión?


Autor: ESCRITOR DE LETRAS

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