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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Células madre de espermatozoides cultivadas en laboratorio


Por primera vez, fue posible identificar con certeza, aislar y cultivar tubos de espermatozoides, los precursores de los espermatozoides. ¿Es este el fin de la infertilidad masculina?

La idea de contrarrestar la infertilidad masculina interviniendo en los precursores de espermatozoides es ahora un poco menos abstracta, gracias al desarrollo de una técnica fiable para reconocer, aislar y multiplicar en el laboratorio las células madre que dan lugar a gametos humanos. Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de San Diego han ideado un método para obtener espermatozoides o espermatozoides (SSC), células que permiten a los hombres generar miles de nuevos espermatozoides cada pocos segundos, y convertirse en padres incluso a una edad muy avanzada.

¡SON ELLOS! Todos los intentos realizados hasta ahora para cultivar espermatozoides en el laboratorio para obtener espermatozoides para su uso en tratamientos de fertilidad se habían enfrentado a un problema técnico: ser capaz de aislar estas pocas y raras células de todas las demás presentes en los túbulos seminíferos, pequeños conductos contenidos en los testículos donde los espermatozoides son "producidos". Los científicos de California regresaron a las células correctas después de secuenciar el ARN de diferentes tipos de células en el sistema genital masculino y encontrar una especie de firma de proteína reconocible en las células que dan lugar a espermatozoides.

UN PASO ADELANTE. Con este método, aislaron espermatogonias en tejidos muestreados en unas 30 biopsias y crearon un cultivo del tallo capaz de resistir y multiplicarse en un tubo de ensayo durante entre dos y cuatro semanas. La población del tallo se mantuvo rica y "vital" mediante la manipulación de una enzima, el factor Akt, que regula la multiplicación celular. Los investigadores señalan que se trata de un estudio de la ciencia básica, no dirigido a aplicaciones clínicas que, sin embargo, todavía están lejos. Para que los espermatozoides se diferencien para producir espermatozoides, estos cultivos celulares deben resistirse mucho más tiempo fuera del cuerpo humano.


Las perspectivas, sin embargo, son interesantes: ser capaz de aislar los espermatozoides de los testículos preservaría, por ejemplo, la fertilidad de quienes se enfrentan a terapias oncológicas cuando son niños, incluso antes de que se produzcan espermatozoides; pero también para corregir, con la edición genética, mutaciones que en algunos casos impiden que las células madre generen espermatozoides.

Escritor de Letras.

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