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Eterno en las Sombras del Tiempo. Parte I.

En las profundidades de una cueva olvidada en las montañas de los Andes, donde el viento susurra lamentos que ni los dioses han oído, yace el hombre que desafía al tiempo mismo. Su nombre, si es que alguna vez lo tuvo, se perdió en las arenas del olvido hace eones. En muchas épocas tenia por nombre  El Errante,  pero él se hace llamar Kairos, un eco de la antigua palabra griega para el momento oportuno. Porque en sus 50 millones de años de existencia, ha aprendido que el tiempo no es un río lineal, sino un laberinto de instantes robados y eras devoradas por el silencio. K airos no envejece. Su piel, tersa como la de un niño pero marcada por cicatrices invisibles —huellas de glaciaciones, erupciones volcánicas y guerras que borraron civilizaciones enteras—, brilla bajo la luz mortecina de su refugio. Sus ojos, dos pozos negros salpicados de estrellas extinguidas, han visto el nacimiento de los primeros homínidos en las sabanas africanas, cuando el sol era más joven y el aire ol...

El ejército de los Estados Unidos desarrollará "cascos lectores del pensamiento"

La revista Time Magazine informa sobre un contrato de 4 millones de dólares, firmado por el ejército de los Estados Unidos, para desarrollar un “casco mental” que aprovechara las silenciosas ondas cerebrales para hacer más seguras las comunicaciones entre tropas, que la armada estadounidense cree que “conducirá al control mental directo de los sistemas miltiares únicamente a través del pensamiento”.
El objetivo inicial del ejército es capturar las ondas cerebrales mediante un sofware que las traduzca a mensajes de radio audibles por el resto de las tropas en el campo de batalla. “Sería una especie de radio sin micrófono”, comenta el doctor Elmar Schmeisser, neurocientífico perteneciente a la armada de los EE.UU. que supervisa el programa. “Como los soldados ya están entrenados para hablar de forma llana, clara y de un modo que pueda formularse, solo haría falta un pequeño esfuerzo para hacerles pensar en este mismo modo”.
El desafío clave será desarrollar un software capaz de señalar a las ondas cerebrales relacionadas con el habla y captarlas a través de una matriz de 128 sensores (véase foto) que irán ocultos en el interior del casco. Los científicos niegan las acusaciones de estar jugando con las mentes del soldado. “Mucha gente interpreta a cualquier cable que salga de la cabeza como una especie de lector de la mente”, comenta el doctor Mile D’Zmura, “pero en estos momentos no hay forma de hacer algo parecido”. Uno de las posibles aplicaciones de esta tecnología para la vida civil podría ser el desarrollo de un casco Bluetooth que permita que la gente que está cerca tuya no te pueda escuchar cuando hablas con tu teléfono móvil”.

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