Ir al contenido principal

Destacados

Eterno en las Sombras del Tiempo. Parte I.

En las profundidades de una cueva olvidada en las montañas de los Andes, donde el viento susurra lamentos que ni los dioses han oído, yace el hombre que desafía al tiempo mismo. Su nombre, si es que alguna vez lo tuvo, se perdió en las arenas del olvido hace eones. En muchas épocas tenia por nombre  El Errante,  pero él se hace llamar Kairos, un eco de la antigua palabra griega para el momento oportuno. Porque en sus 50 millones de años de existencia, ha aprendido que el tiempo no es un río lineal, sino un laberinto de instantes robados y eras devoradas por el silencio. K airos no envejece. Su piel, tersa como la de un niño pero marcada por cicatrices invisibles —huellas de glaciaciones, erupciones volcánicas y guerras que borraron civilizaciones enteras—, brilla bajo la luz mortecina de su refugio. Sus ojos, dos pozos negros salpicados de estrellas extinguidas, han visto el nacimiento de los primeros homínidos en las sabanas africanas, cuando el sol era más joven y el aire ol...

Genial: motor magnético, que se alimenta a sí mismo, es autosuficiente.

Un motor magnético, que funciona por principios electromagnéticos?......y que no requiere ningún tipo de energía externa para funcionar ?..... él mismo se alimenta a sí mismo, y no desprende ni humos, ni gases contaminantes, ni ruidos.

Claro que un concepto así es muy difícil que lo veamos llegar a las calles en producción masiva, pero muchos de sus principios sí que podrían ser útiles para soluciones energéticas del futuro.

El motor, instalado en un automóvil, obtiene la energía de las propias ruedas, es decir: del propio tren rodaje. Lo cual es un inconveniente cuando el coche se tenga que parar, por ello, a primera vista, lo que veo que le falta es un acumulador, una especie de baterías que, tal como lo hacen las tecnologías usadas actualmente en vehículos “start & stop”, almacene esa energía para ofrecerla cuando se precise (en ocasiones que se requiera velocidad punta o en subidas).


Aún así su inventor, Troy Reed de Tulsa (Oklahoma), lleva desarrollándolo desde 1994, y aclara que todavía no está completado. Muchos años dedicados a un sueño, indudablemente, pero que si puede hacer que funcione a nivel genérico y que sea lo suficientemente flexible para un uso diario lo hará de oro. Este tipo de personas son las que mueven la ciencia y los inventos que luego disfrutaremos todos en el futuro. Ánimo Troy.


Comentarios

Entradas populares