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El regalo de los Reyes Magos

U n dólar con ochenta y siete centavos. Eso fue todo. Y siete centavos eran en centavos. Centavos ahorrados uno a uno, derribando al tendero, al verdulero y al carnicero hasta que las mejillas ardían con la silenciosa calma que implicaba un trato tan cercano. Della lo contó tres veces. Un dólar con ochenta y siete centavos. El siguiente día sería Navidad. C laramente, no había nada que hacer más que dejarse caer en el pequeño sofá destartalado y gritar. Así que Della lo hizo. Lo que suscita la reflexión moral de que la vida se compone de sollozos, lloriqueos y sonrisas, predominando los lloriqueos. Mientras que la dueña del hogar va pasando gradualmente de la primera etapa emocional  a la segunda, echa un vistazo a su casa. Un piso amueblado a $8 por semana. No excedía exactamente la descripción, pero ciertamente tenía esa palabra al acecho: precaria mendicidad. En el vestíbulo de abajo había un buzón en el que no entraría ninguna carta y un botón eléctrico del que ningún dedo mortal p

DECIR SIEMPRE LO QUE UNO SIENTE

Dice en una frase Gabriel García-Márquez: “Si tuviera un trozo de vida, no diría siempre todo lo que pienso pero pensaría siempre todo lo que digo”. De acuerdo, pero además, a esta frase yo terminaría añadiendo: “Pero todo lo que dijera sería lo que pienso, lo que siento… en resumen, siempre diría la verdad”. Porque nuestra verdad es una, no otra que los demás quieran oír.

No hay nada más relajante, que más paz interior proporcione, que decir en todo momento lo que uno siente. Pero claro, en esta sociedad, hay que decir lo que conviene, lo que va a agradar al otro. Pero… ¿Qué es lo que va a agradar al otro? ¿Tu mentira piadosa… o tu verdad? Yo no tengo dudas: la verdad. Con educación, de acuerdo. Con tacto, de acuerdo, pero la verdad.

Señores, lo que es, es. Y esto es así. Nuestra realidad es una y no otra que queramos disfrazar. Es así de simple: “Te quiero” o… “No, no te quiero”. “Me gustas” o “No me gustas”. “Me gustó esta película”. “Pues a mí, no”, “¿A ti, no? Y eso?” “Pues no me gustó por esto y por esto otro.”

Decir lo que uno piensa no es un defecto ni es una cualidad. Es simplemente lo correcto. No decir la verdad es engañar al otro y engañarnos a nosotros mismos. Decir algo que no sientes, por agradar, es mentir. Y esa mentira o esa “realidad que no es” puede ir perpetuándose hasta no saber uno cómo salir de ella. Ante preguntas indiscretas o difíciles de contestar, siempre podemos abstenernos de responder. Pero no deberíamos mentir. Si alguien te ha mentido en una ocasión y te diste cuenta, luego no sabes cuántas otras veces lo hará y entonces se pierde la confianza. Si uno dice la verdad, siempre se sentirá en paz. Nadie va a venir a decirte qué dijiste o dejaste de decir. Sólo dijiste… la verdad, gustara o no.

Decir: “Esto no me gustó. Esto me desagrada” es la única forma de conseguir mejorar lo que no funciona del todo bien. En el momento en que contamos nuestra verdad abrimos el puente sincero de la comunicación. El puente necesario para solucionar los problemas. Si algo va mal, tiene el otro que ser consciente de ello para poder poner juntos soluciones. Si se oculta el problema, no se resolverá nunca. Viviremos una falsa felicidad. Una falsa tranquilidad.

La sinceridad, la honestidad, la naturalidad son los adornos más bellos de la personalidad. Nadie nos podrá echar en cara que digamos lo que sentimos. Los sentimientos se sienten, no se controlan. Son los que son. Están ahí. Tu opinión es la que es. Si te la piden, la darás. Si eres sincero, honesto, natural… confiarán en ti. Tú confiarás en los demás. Disfrutarás de la paz… Paz para poder vivir feliz.

La hipocresia destruye lo mas bello del ser humano: la identificación con Dios.

Siempre dire lo que siento..aún cuando me castiguen por eso...javier vivas

Comentarios

  1. pues me parece que la verdad nos hace libres, aunque aveces la verdad no sirve de nada pero puede herir a alguien es mejor pensarlo bien, y si es necesario y vale la pena decir la verdad aunque duela siempre es mejor decirla en el momento preciso y que no mas de las personas que denben estar

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