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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Arena “a prueba de agua” la última arma anti-desertización


Se ha tardado siete años, pero al final el sueño de Shaikh Zayed Bin Sultan Al Nahyan, antiguo presidente de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), de hacer de su país un desierto verde, está algo más cerca.Según la Agencia Medioambiental de Abu Dhabi, este mandatario se enfrentó al problema de la escasez de agua de forma lenta y paciente, construyendo enormes presas para recolectar el agua de lluvia, y creando vastos sistemas de irrigación y recuperación de agua empleando el sistema del goteo.
Ahora el ingeniero emiratí Fahd Mohammad Saeed Hareb, y su empresa familiar Materiales Hidrofóbicos DIME, se han unido al científico alemán Helmut F. Schulze, no solo para hacer más verdes los EAU, sino para reducir el consumo de agua hasta en tres cuartas partes. Para ello, ambos técnicos trabajan con un socio comercial llamado Marco Russ, de la empresa Flexon Trading Middle East.
La intención de este trío de entusiastas es detener la desertificación y ofrecer una nueva vida a los granjeros y residentes, manteniendo la humedad de los suelos y por tanto incentivando el crecimiento de las plantas en unas condiciones de aridez desértica extrema. ¿Cómo van a hacerlo? Con la ayuda de la arena hidrofóbica creada por DIME, la cual según sus creadores es muy sencilla de utilizar.
El pan consiste en extender una capa de 10 centímetros de espesor de este material hidrofóbico por debajo del típico suelo arenoso del desierto, de modo que esta capa detenga la filtración del agua de lluvia hacia las profundidades del subsuelo, justo a la altura a la que se encuentran las raíces de las plantas. De este modo el agua no se escapará, y las plantas se beneficiarán de su presencia constante.
Con esta técnica, los cultivos tradicionales del desierto (que necesitan ser irrigados 5 o 6 veces al día) se benefician de una reducción en el aporte acuífero de hasta un 75%.
Además de aislar el suelo para que el agua no escape hacia abajo, esta arena también actúa evitando que la salinidad típica de la arena se mueva hacia arriba, llegando a las raíces de las plantas y matándolas con su corrosión.
Cuando se les pregunta sobre la naturaleza del aislante que hace hidrofóbica a esta arena (llamado SP-HFS 1609) los tres implicados prefieren mantenerlo en secreto por motivos comerciales. Solo dicen que es un material realmente ultra delgado, y que cada grano de su arena (obtenida originalmente del desierto) está totalmente recubierto por él. El artículo publicado en Nanowerk apunta a que probablemente se trate de algún compuesto de sílice.
Pero ¿es segura con el medio ambiente esta arena? Bueno, al menos la Agencia Federal de Medioambiente alemana (FEA) no ha puesto ninguna objeción y ha certificado el producto como ecológicamente seguro. La capacidad de producción de la fábrica es de 3.000 toneladas de arena al día. De momento ya han captado el interés del gobierno local de Dubai, que pretende pasar de su actual 3,7% de suelo cultivado a un 8% en el año 2015.
Pero para eso, antes tendrá que pasar por la batería de pruebas a la que está siendo sometida. Entre otras instituciones, la Universidad Al Ain de los EAU está iniciando pruebas con arroz para ver si puede ser cultivado con éxito en condiciones desérticas. Si lo consiguen, dado la tradicional necesidad de agua de este cultivo, plantado normalmente en suelos empapados, el experimento serán un éxito sin precedentes.
De momento, y en pruebas ya finalizadas realizadas con palmeras y hierbas de origen extranjero, se apreció un incremento del 25% en las raíces de las plantas cultivadas sobre arena hidrofóbica, en comparación con las plantas cultivadas en suelo no tratado.
Fuente: Nanowerk

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