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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Autos: ¿Voladores de verdad?

Lo que hasta hace muy poco tiempo sólo parecía un relato de ciencia ficción, hoy, gracias a la empresa Moller Internacional, parece ser la más increíble realidad. Los autos voladores ya están a la venta para cualquier excéntrico soñador que quiera adquirirlos. Claro que para tenerlos, deberás contar con una billetera plagada de verdes billetes. Más que la de cualquier otro mortal. Podríamos estar hablando de entre 80.000 y 90.000 dólares norteamericanos. Dólares más o dólares menos, lo cierto es que Moller ha puesto en producción dos modelos dignos de cualquier capítulo de “Los Supersónicos” de Hanna-Barbera.
El Moller 200G es un extraño vehículo capaz de convertirse en cuestión de segundos en un objeto volador (identificado) mediante el uso de 8 propulsores que expulsan gas y de esta manera logra que se eleve del suelo.


El 200G es un extraño vehículo que casi no necesita espacio para movilizarse. Basta con que cuente con un lugar de 10 metros de diámetro para poder realizar su fantástica maniobra de despegue prácticamente en forma vertical. Asombroso.

El otro modelo de Moller es el 200X. Este tiene un aspecto que más que a un auto (aunque lo es) se asemeja a un OVNI con todas las letras. Y aquí sí… este se podría usar en un capítulo de los de los dibujos animados que nombré anteriormente. Perfectamente.
Se trata de un auto de carrocería circular con varias mini ruedas y numerosos propulsores. La cabina es muy pintoresca y cuenta con una enorme y distinguida burbuja transparente que protege al conductor (¿o debería decir piloto?)…


En ambos casos, estos fantásticos autos voladores producidos por Moller Internacional, se elevan en cuestión de segundos y pueden, una vez conseguido su objetivo, desplazarse por el aire a una velocidad de 85 Km/h.
Nada despreciable, por cierto.

Hasta el momento, Moller ha realizado más de 200 pruebas exitosamente con sus novedosos “Sky cars”, demostrando ser, no sólo extraños , sino también resistentes y confiables.

Ahora ya sabés… en cuanto los veas, andá volando a comprarlos.

Fuente:www.coches20.com

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