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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor ...

Cuerpo Humano milagro divino

¿Sabías que el cuerpo humano capaz de autocurarse produce hasta 40 sustancias medicinales?

Según afirma el profesor Gustav Dobos, asesor adjunto del Hospital de Mineros de la ciudad alemana de Essen, “el cuerpo humano es capaz de curarse por sí mismo del 60 al 70% de las dolencias.

Y para lograrlo nuestro cuerpo produce entre 30 y 40 sustancias medicinales, tales como la cortisona y algunas otras que evitan la formación de cálculos renales. Y aunque los investigadores comprenden algunos de los procesos que se realizan en la “curación natural”, la mayoría de ellos escapa de su conocimiento.

De hecho la revisa Vital declara respecto a esos procedimientos que “tiene lugar una compleja interacción de hormonas, ARN (Ácido Ribonucleico) mensajeros y linfocitos agresores”, en los cuales intervienen además, “las emociones y le estado de ánimo.

Sin embargo, la misma fuente afirma que el estrés y los problemas personales pueden “debilitar el sistema inmunológico durante meses”.

¡Que maravilla nuestro cuerpo humano! Obviamente no pudo resultar de la casualidad ciega como muchos aseguran, todo lo contrario, ¡es obra de un Ser inmensamente inteligente!..Dios.

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