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Semilla de vida. Parte 2.

 El gran despertar U n día como hoy, hace ciento treinta y tres años llegué a un mundo donde la belleza de la naturaleza había sido cambiada por la eficiencia de la máquina y donde el disfrute por lo natural intercambiado por lo sintético elemental. Aún así la civilización que recibí como herencia hizo de mi un hombre buscador de verdades ocultas. Un insoslayable precursor de la solidaridad entre todas las criaturas con derecho a una vida digna y llena de amor. Un incansable hacedor de realidades y sueños carentes del medio físico que los impulse al mundo real. Un observador empedernido y vehemente del mundo que llega a mis ojos cada instante y que provoca en mi cerebro las multicolores imágenes producto del aglutinamiento de millones de fotones que como niños escapan hacia la libertad de la acción y hacia la esclavitud del destino. Realmente me siento bien físicamente aún cuando la prótesis visual que reemplazo mis ojos hace veinticinco años atrás me produce un pulsante dolor de c

Burundanga:Peligro..Peligro ¡¡¡


La doctora Ligia Peña Gil, coordinadora del área de desintoxicación del hospital de Coche, explica que la escopolamina penetra la barrera hematoencefálica en tiempo récord (entre 1 y 3 minutos) y entra al centro de coordinación, orientación y conciencia, haciendo que la víctima pierda su capacidad de discernimiento y abdique de sus reacciones más naturales.

Es la droga la que hace que los ciudadanos entreguen mansamente todo lo que tienen a los delincuentes; muchos dudan de su existencia y aseguran que no es más que otro mito urbano.

Pero la burundanga existe y se puede hacer su retrato hablado: un polvo blanco filocristalino,sin sabor y sin olor que mezcla escopolamina con somníferos o tranquilizantes. Es muy parecida al azúcar, sólo que con una potencia asesina: se considera dosis letal cualquier cosa que pase los 0,1 gramos. Y, al igual que el azúcar, es fácil de disolver en cualquier líquido

La doctora Ligia Peña Gil, coordinadora del área de desintoxicación del hospital de Coche, explica que la escopolamina penetra la barrera hematoencefálica en tiempo récord (entre 1 y 3 minutos) y entra al centro de coordinación, orientación y conciencia, haciendo que la víctima pierda su capacidad de discernimiento y abdique de sus reacciones más naturales. Los instintos de conservación y protección, así como la iniciativa, desaparecen, y lo que queda es una especie de autómata que responde a conductas guiadas.

Y así de rápido como traspone la barrera hematoencefálica para instalarse en el mismo corazón del cerebro, así desaparece del organismo, y entre cuatro y seis horas en el cuerpo no queda ni rastro. Sólo algunos síntomas físicos como sudoración, sequedad en las mucosas o hipertensión y ciertamente muchos trastornos psicológicos.

Esa rapidez con que abandona el organismo es lo que la convierte en una droga fantasma y que ha hecho que muchos duden de su existencia. Eso y el hecho de que en Venezuela no se hayan practicado decomisos de esta sustancia (muy dif´ícil de conseguir, pues sólo puede ser producida en laboratorios muy especializados).

José Monque, ex director de la morgue, asegura que sí existe, y que incluso se ha demostrado la presencia de ella en exámenes toxicológicos hechos en el momento, "pues se metaboliza demasiado rápido". Explica que la burundanga llegó de Colombia a finales de los noventa, y que el término se refiere a cualquier hipnógeo que mezcle somníferos y tranquilizantes con hioscina (o escopolamina).


Cuidado...cuidado...PELIGRO ¡¡¡

Decenas de víctimas también pueden certificar su existencia, aunque en la gran mayoría de los casos no hay denuncias, pues de alguna manera la burundanga provoca que la gente se deje robar "a voluntad".

Rubén Anzola fue una de estas víctimas hace dos años en el Centro Comercial San Ignacio. Estaba en una discoteca con amigos y lo último que recuerda es que estaba hablando con unas conocidas como a las dos de la mañana de un sábado. Cuando volvió en sí eran las 3:00 pm del domingo, estaba sudando en su carro, y lo despertaron unos vigilantes del centro comercial. Le habían quitado todas sus pertenencias y tenía como flashes en donde se veía a sí mismo sacando dinero de un cajero y entregándoselo a dos hombres. Lo atendieron en la clínica Metropolitana y allí fue que se enteró de que le habían puesto burundanga en su trago, "algo común los fines de semana", según le dijo un médico.

Es un caso clásico. Hay otros más extraños, como el de Rafael, quien sufrió una rara experiencia hace dos años (tenía entonces 17) que, según los médicos del Domingo Luciani, fue producto de la burundanga. Eran las dos de la tarde y Rafael esperaba a una amiga en la plaza del Unicentro El Marqués. De pronto le vino una somnolencia tremenda y cayó al piso aunque sin dormirse. Una persona con gorra se acercó y le agarró el koala y él no se acuerda de más nada. Se despertó doce horas después, entubado en una cama del Domingo Luciani. Sus tarjetas habían sido usadas, pero él no tiene ni idea de cómo la supuesta burundanga penetró en su cuerpo. También a él le dijeron en el hospital que casos como el suyo eran frecuentes.

Ellos tuvieron suerte. En teoría la escopolamina (ingrediente principal de la burundanga) puede dejar demente a una persona, si bien no hay casos reportados en el país. Y aunque hay relatos como el de Rafael, los expertos insisten en que médicamente sólo se ha comprobado la posibilidad de la intoxicación vía oral, nunca nasal y mucho menos táctil.


Es mejor prevenir

Respecto a las cosas que el común de las personas puede hacer para evitar ser víctimas de una ‘intoxicación’ por burundanga y salvarse de ser objeto de las intenciones de quienes cometan hechos delictivos. José Rafael Luna, profesor de toxicología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Los Andes, mencionó que no hacer citas con personas desconocidas forma parte de la prevención.

“Esto es como las enfermedades. Si usted no quiere tener gripe busque no estar cerca de personas que tengan un virus”, manifestó. Sugirió que “tener siempre a la vista, la bebida o el alimento que se está consumiendo en cualquier sitio nocturno, y en toda reunión social”, es otro modo de alejarse de la administración y efectos de la burundanga.

“También es importante evitar al máximo los encuentros casuales. Se sugiere no hacer amistad en sitios de consumo o diversión porque, como en estos lugares suelen ingerirse bebidas alcohólicas, quienes los frecuentan están más propensos a una intoxicación con fines criminales”, dijo, tras lo cual recomendó rehusarse al consumo de cócteles que se ofrecen bajo el propósito de la venta, porque estas bebidas pueden contener sustancias que originan el dopamiento del individuo.

-¿Es cierto que la burundanga hace efecto cuando se reciben papeles o pańuelos en los que se haya colocado?

-Eso es en parte un mito, porque la absorción a través de la piel es muy baja como para que se produzcan los efectos de esta sustancia. La única manera en la que la burundanga puede absorberse a través de la piel es que la froten con un linimento o un ‘vehículo’ oleoso en cantidades importantes y para evitar eso lo que se sugiere por un lado, es evitar probarse ungüentos y, si te diseminan algo, lo que hay que hacer es lavarse bien el área intervenida con agua y jabón.

-Pero igual una sugerencia que se ha hecho es evitar aceptar ese tipo de cosas (papeles, pańuelos, volantes, entre otras)

-Esa es una medida de prevención, incluso si a alguien le esparcen algún polvo debe tratar de evitar inhalarlo. Si eso sucede y si la persona que ha sido expuesta a alguna sustancia siente que su respuesta ‘sensomotriz’ está alterada o siente cosas extrańas, la literatura en estos casos con fines criminales, recomienda gritar pidiendo auxilio antes de entrar en el automatismo que es la etapa donde te manipulan. Se considera que al generar alarma, la persona o el grupo de personas que quiere someter a un individuo tiene que ser muy versada en la materia para continuar el ataque.

A cuidarse amigos,,,,,,la maldad siempre esta al acecho...Dios nos acompañe siempre ¡¡¡

Fuente:Javier Brassesco (El Universal) / Carolina Silvana Cárdenas (Diario Frontera / Mérida) Prensa Web YVKE

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